Las labores que realizan los voluntarios
cubren una gran variedad de necesidades del enfermo y los beneficios
que se desprende de esta colaboración no solo repercuten positivamente
en el paciente, sino también en el propio voluntario, la familia del
enfermo, el personal sanitario, el hospital e incluso en la sociedad. La
atención sanitaria no se centra únicamente en los aspectos somáticos
sino que también se contemplan los aspectos psicológicos y sociales del
paciente. Partiendo de esta concepción, el trabajo interdisciplinar
entre médicos, enfermeras, psicólogos, educadores y otros profesionales
de la salud se convierte en imprescindible.
En este contexto de trabajo
interdisciplinario, hay que resaltar la importancia de encajar una nueva
pieza, una nueva figura: el voluntario hospitalario. Su labor tiene
como objetivos complementar las tareas llevadas a cabo por los
profesionales de la salud y atender a las que éstos no pueden realizar.
Es decir, llevar a cabo las tareas que no son competencia de los
profesionales de la salud, pero que son imprescindibles si queremos
lograr la calidad asistencial que pretendemos.
Las tareas que pueden llevar a cabo los
voluntarios en el hospital son múltiples. La tarea que se realiza con
más frecuencia es el acompañamiento al enfermo. Concretamente, el 83 %
de las asociaciones llevan a cabo esta tarea. Acompañar al enfermo
significa estar a su lado, escucharle, distraerlo...
La segunda tarea que se realiza con más
frecuencia es la orientación al enfermo (aconsejarle, dirigirlo a
diferentes profesionales,...).
En orden de frecuencia, las tareas de
ayuda en: cuestiones prácticas (recados, gestiones, etc.) y relación
personal sanitario-paciente (actuar de puente entre enfermeras y
médicos, y paciente) ocupan el tercer y cuarto lugar respectivamente.
Un 35 % de las asociaciones afirma
realizar las tareas consistentes en ayudar en necesidades (aseo,
alimentación, etc.) y actividades lúdicas (juegos, fiestas, etc.).
Las tareas menos frecuentes son:
- Acompañamiento a la familia (estar con ella en momentos clave de la hospitalización, acompañamiento del duelo, etc.).
- Trámites burocráticos (ayudarle en las gestiones que comporta la hospitalización: el ingreso, darse de alta, etc.).
- Mejora de espacios (decoración de las habitaciones o lugares donde se llevan a cabo actividades lúdicas).
- Refuerzo escolar.